Provincia de España – Encuentro de Misión compartida en Zaragoza

Los días 26 y 27 de noviembre, Hermanos y colaboradores asociados de MCG nos reunimos en La casa de Espiritualidad Sagrado Corazón (Quinta Julieta) de la Compañía de Jesús para reflexionar juntos sobre nuestra misión. Al encuentro también asistieron los Hermanos Asistentes Generales Jean Paul Mbengue y Pratap Reddy, que estaban de visita en los colegios de nuestra Provincia. 

En la jornada del sábado contamos con la aportación del experto Luis Alberto Gonzalo Díez, doctor en Teología por la Universidad Pontificia de Salamanca y director de la revista «Vida Religiosa». En su exposición, partió de la Teoría U creada por Otto Scharmer para avanzar en el camino de la sinodalidad.

Lo primero que nos propuso fue salir de nosotros mismos y reflexionar, para descubrir la emoción que va a permitir a los demás conectar con esta misión. Para ello nos invitó a aclarar el sentido de una serie de expresiones:

• Cuando decimos jóvenes, ¿de quién estamos hablando?
• Cuando decimos vocación, ¿qué entendemos por vocación?
• Cuando decimos carisma, ¿cuál es la esencia de nuestra “marca”?, ¿nuestro estilo?
• Cuando decimos verdad, ¿qué sostiene mi esperanza hoy?
• Cuando decimos felicidad, ¿de verdad soy una persona feliz con lo que soy?
• Cuando decimos comunidad, ¿es claramente un “lugar” que invita, acoge, reconoce y celebra? ¿Qué es ser comunidad?

Este es un primer paso en el camino del discernimiento para mejorar nuestra misión compartida.

En misión compartida, cuando intentamos innovar, acostumbramos a poner parches o hacer apaños. Cuando la realidad cambia, hay que empezar algo nuevo. No hay que tener miedo de buscar formas nuevas en nombre de Jesús.

Hay que buscar otro modo de relacionarnos, otro modo de celebrar, otro modo de ver la vida…  Buscar espacios espontáneos, no programados. La misión y el contagio vocacional adquiere especial significación cuando lo que ofrecemos no tiene precio. La vocación de los laicos y consagrados es, y debe ser, la propuesta sin precio de quienes quieren otro mundo, otras relaciones, otra vida.

Después de trabajar sobre cómo discernir aquello que hay que dejar ir para que venga lo nuevo, el domingo por la mañana nos pusimos a ello, con el objetivo de concretar dos acciones para mejorar nuestra capacidad de diálogo y creatividad sinodal.

Esa misma mañana vivimos un momento especialmente entrañable, la presentación de los Hermanos llegados este curso a nuestra Provincia: Hno. Robert Stanislas Bantsimba, Hno. Marreddy Tirumalarreddy y el Hno. Luc Kulapa. Los tres nos hablaron, con soporte visual,  de ellos mismos, del motivo de aceptar esta misión, sus proyectos… Y desde luego nos hablaron de sus Provincias (Congo Kinshasa, Hyderabad, Congo Brazzaville), de sus comunidades, de los centros educativos, del movimiento de asociados… Y sin hacer casi dos meses que están con nosotros, ¡lo explicaron todo en un castellano correctísimo! Les agradecemos mucho su presencia, su ilusión, su compromiso y todos los esfuerzos que están realizando para integrarse entre nosotros. Consideramos su llegada a nuestra Provincia como un regalo del Señor.

La formación finalizó con las palabras de los Asistentes Generales, entre las que nos gustaría destacar: La misión es única, es la misión de Jesús y por eso no hay que tener miedo. Estamos en tiempos de caos, pero el caos no debe llamarnos al miedo, sino a darnos ánimo, porque el Señor creó a partir del caos (Hno. Jean Paul Mbengue). Hay exigencias personales que afrontar para llevar a cabo la misión, pero me siento optimista al ver que vivimos el espíritu de Montfort, y viviéndolo juntos, seguro que va a fructificar (Hno. Pratap Reddy).

Finalmente, el Superior Provincial, Hno. Genaro Fresno, nos agradeció a todos lo que habíamos compartido y nos invitó a seguir siendo levadura tras nuestro regreso.

El encuentro se clausuró de la mejor manera que podía hacerse, con la eucaristía, especialmente preparada para la ocasión por el Hno. Ángel Llana. Son muchos los bonitos momentos que compartimos Hermanos y laicos, en los rezos de laudes y vísperas, en las comidas, en las pausas… La alegría, la sinceridad y la armonía reinaron en los debates… Todo ello hizo que el encuentro fuera fuente de renovación y revitalización para seguir juntos en el camino de nuestra misión. 

Equipo de Formación para la MCG