Provincia de España – Encuentro de AGMONT en Barcelona

 Espiritualidad Mariana en san Luis Mª Grignion de Montfort

 El día 30 de abril, a las 18 h, se celebró en el colegio Sant Gabriel de Barcelona el primer encuentro presencial de AGMONT (Asociados Gabrielistas Montfortianos), para asistir a la conferencia programada por la Fundación Montfort: Espiritualidad Mariana en san Luis Mª Grignion de Montfort.

  El ponente, el P. Francisco Javier Recabaren, sacerdote de la Hermandad de Hijos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, de la Archidiócesis de Toledo, compartió  con nosotros, con palabras muy sencillas, la experiencia personal que tuvo, durante su postulantado en Chile, de la necesidad de María en la vida del cristiano, cuando preparó su Consagración a María antes de venir a España. Y lo hizo con el libro de san Luis Mª Griginion de Montfort, El Secreto de María, en sus manos.

Nos confesó que lo primero que le llamó la atención del libro “El Secreto de María” es cómo refleja el espíritu misionero de san Luis, y cómo quería el Santo que todos conocieran ese secreto, para orientar a las almas hacia dónde caminar, hacia dónde mirar, para que encontraran la fuente de la vida espiritual. Y afirmó que a quien hay que mirar, indudablemente, es a María.

Y lo segundo en lo que se detiene a considerar fue en la palabra secreto, que para él sugiere algo íntimo, reservado a unos pocos; pero rápidamente aclara que secreto no significa que sea algo reservado para algunos vips, sino que ese secreto solo algunos lo descubren, porque un secreto es más difícil de percibir que un mensaje. Un secreto es un atajo; y un atajo es difícil de conocer, porque requiere saberse muy bien el lugar y las calles por donde se camina. La mayor dificultad para conocer el secreto, según Montfort, es la falta de humildad, pues la gente, en general, prefiere cosas más sublimes. Para descubrir el secreto tenemos que ser humildes de corazón, sabernos pobres instrumentos de nuestra Madre.

Nos explicó que el libro Secreto de María tiene una parte teórica donde se exponen fundamentos teológicos, para afirmar verdades de la Iglesia, y una segunda parte práctica que orienta nuestra vida.

¿Por qué María es necesaria? Porque, como confiesa la Iglesia, es la Madre de Dios, Virgen asunta a los cielos y Madre de la Iglesia.

San Luis pone a María en el centro de la vida espiritual. Es el camino por el que vino el Hijo de Dios y por Ella, podemos ir al Padre. El Hijo de Dios no solo nació en María, sino también de María. ¿Qué significa esto? Que María está en el centro del Plan de Salvación de Dios para el hombre. Dios lo ha querido así y así lo quiere para nosotros.  Esto está en armonía con la fe católica. El cristiano no lleva a cabo su salvación, es el Espíritu de Dios quien lo hace. Pero Dios gusta de hacer participar a sus hijos en su obra. Busca siempre la participación del ser humano.

Dios obra a través de nosotros cuando oramos, con lo que hacemos día a día. La gracia de Dios es absolutamente necesaria y Dios nos da a todos la gracia suficiente; pero para conseguir la gracia necesaria para ser santos hay que encontrar a María, pues es a Ella a quien Dios, dándole su Hijo, le dio todas las gracias. Y quiere que caminemos al cielo no solo de la mano de Cristo, sino de una Madre.

Por eso san Luis nos dice que, así como Jesús vino al mundo por María, así, al final de los tiempos, será también María la que ayudará al pueblo cristiano a ver de nuevo la luz, a traer de nuevo al Hijo de Dios.

Cada vez María se hace más presente a través de apariciones y en los escritos de los papas. Ejemplo de ello lo tenemos en la madre Teresa de Calcuta, pues es María quien le ayuda a entender que debe entregarse por completo a los pobres cuando Jesús le dice: “¡Tengo sed!”

Ante estas verdades, el P. Recabaren dice que podemos hacer unas consideraciones:

1- Que hay que tener presente en nuestro corazón a la Virgen María. Que debe ser nuestro lugar natural o, con las imágenes que utiliza el P. de Montfort, nuestro huerto, nuestro jardín… Que la hemos de mirar como la mira san Luis, como nuestro refugio en las tormentas. 

2- Que debemos darnos por entero como esclavos a María para llegar a Jesús. Un esclavo no tiene salario ni otra vida que la de esclavo; no es como un siervo que pide salario por sus servicios. El esclavo se entrega por completo, pero se trata de una esclavitud de amor, porque la devoción a María hace que el alma sea verdaderamente libre. Para san Luis el mandato de Dios se vive en María. Es ponerlo todo en sus manos. Una entrega total que va unida al bautismo. Esta esclavitud ahonda, profundiza y sella nuestro bautismo. En María se vive radicalmente el bautismo. Y no solo se le entrega la espiritualidad, sino lo más concreto y cotidiano, sabiendo que toda nuestra vida está en sus manos.

3- Que mirando a María, la estrella de los mares, y en María, que es la buena administradora de los dones de Dios, nos transformamos en almas semejantes a Ella. Las almas que se han consagrado a María tienen un sello especial.

Así pues, esta devoción consiste en hacer todas las cosas con María, en María, por María y para María, porque Ella es la única escogida por Dios para unir las almas a Jesús. María hace vivir a nuestra alma en Jesús y a Jesús en nuestra alma.

Así como por María vino Dios al mundo en humildad y anonadamiento, ¿no podría también decirse que por María vendrá la segunda vez, como toda la Iglesia le espera, para reinar en todas partes?

Tras estas reflexiones hechas por el P. Recabaren, celebramos la Eucaristía dando gracias a Dios y a nuestra Madre por habernos permitido encontrarnos de nuevo presencialmente. Y por último, dimos rienda suelta a nuestra alegría en las conversaciones distendidas que tuvimos en el comedor del colegio, mientras degustábamos unos canapés y brindábamos por el feliz y tan ansiado reencuentro.

Equipo de Formación para la MCG